miércoles, 1 de febrero de 2012

Recordando a Amanda Miguel


Amanda Antonia Miguel Samso nació un primero de junio en Gaimán, provincia del Chubut, en la Patagonia, Argentina. Es el segunda de los cuatro hijos de los señores Ángel Raúl Miguel y Ana Delia Samso. Sus hermanos son Mónica, Cathy y Cecilio.

A los cuatro años aprendió a tocar el piano en forma lírica. Sus padres, al ver la facilidad con que se desempeñaba en ese instrumento, la inscribieron en una institución especializada.

A los ocho años de edad Amanda se trasladó con su familia a la ciudad de Trelew, en donde continuó estudiando música.

Cuando tenía 16 se mudó a Buenos Aires y ahí concluyó sus estudios musicales en el Conservatorio de Música Alberto Williams, del que se graduó como profesora de piano, teoría y solfeo.

En marzo de 1975 conoció a Diego Verdaguer, quien se convertiría, además de su pareja sentimental, en su compañero profesional.

En 1979, el productor discográfico Ignacio Morales (Q.E.P.D.), con la insistencia de Diego, apoyó la grabación del primer disco de Amanda; así salíó a la luz su primer sencillo Papá cuando regreses.

En 1980 publicó su segundo sencillo, Así no te amará jamás, con el que logró ubicarse en el primer plano de la música, trascendiendo a nivel internacional. Con este tema impactó e inundó las estaciones de radio, despertando el interés del público por su estilo único al cantar e interpretar, aunados al sello distintivo de su larga cabellera.

Ante ese éxito, el señor Morales designó como productor a Diego para un disco de larga duración, El Sonido Volumen I, que incluyó las canciones Quiero un amor total, Mi buen Corazón, Hagamos un trato, Quién será, Donde brilla el sol, Siempre te amaré y Amanda al piano I. De esta producción, que alcanzó ventas por más de tres millones de copias, se desprendió el éxito El me mintió, que consolidó a Amanda como una de las artistas más vendedoras de ese tiempo.

En 1981 grabó El Sonido Volumen 2, del cual la canción Castillos sobresalió para ubicarse en los primeros lugares de popularidad. Esa producción contenía asimismo los éxitos Como un títere, Un día de estos, Igual que un avión, A mi amiga, Sí o no, y Cosquillas en el pecho.

En marzo de 1983, a la mitad de una temporada en centro nocturno, descubrió que estaba embarazada, pero la feliz noticia no le impidió continuar su carrera hasta octubre del mismo año, que decidió emigrar junto con su esposo Diego a Los Ángeles, California, para grabar El Sonido Volumen 3, producción que interrumpió el 8 de diciembre, para recibir a su hija Ana Victoria. Con un descanso de apenas tres semanas, Amanda volvió al estudio para finalizar la grabación del disco, acompañada de su pequeña, que desde su moisés escuchó los temas El gato y yo, Las pequeñas cosas, Dudas, Y te amo igual, Desierto, y Amanda al piano III (Canción de cuna al revés), con dedicatoria especial para la recién nacida.
 
En 1984 Amanda decidió hacer un paréntesis en su carrera, alejándose de los estudios de grabación y los escenarios. Según sus propias palabras: “Voy a retirarme por ahora y me dedicaré de tiempo completo a ser madre”.

En 1987 Amanda le dio una nueva alegría a su público que la esperó pacientemente, con su cuarta producción discográfica, El Pecado, un disco en el que tuvo como invitado al Mtro. Armando Manzanero. En ese mismo año lanzó un maxi-single con dos temas inéditos, además de dos temas del disco El Pecado: Ojos de Alquitrán y No te vayas a morir.

En 1989 lanzó su quinto disco titulado El rostro del amor, que, entre otros, contenía los temas Para mañana, Lluvia en Nueva York, Volvamos a empezar (a dúo con Diego), y por supuesto, la canción El rostro del amor, que Amanda creó en coautoria con el propio Diego Verdaguer y la compositora Anahí.

A propósito de esa canción, Amanda recuerda una anécdota que le trae recuerdos muy especiales, porque se refiere a que cuando supo que el Papa Juan Pablo II iba a venir a México, sintió un profundo deseo de cantársela aunque fuera una sola vez, y poco tiempo después supo que esa canción se usaría para la bienvenida y durante la visita y recorridos del Papa en México. Manifiesta emocionada: "fue un milagro, una bendición y una gran alegría, para Anahí, para Diego y para mí”.
                                               
Para 1990, en un inesperado giro al género que la hizo famosa, Amanda grabó un disco de música ranchera, bajo la producción de Diego Verdaguer y la dirección del compositor Federico Méndez, quien seleccionó los temas de dicha producción, entre los que sobresalieron, La escalera, La misma gran señora y Rompecorazones.

Entre los años 1991 y 1995, Amanda vivió una situación difícil en cuanto a la producción discográfica, ya que su compañía grabadora no la contempló en sus planes. Pero esto no impidió que la artista continuara desarrollando su talento, y empezando casi de cero, se dedicó a recorrer México, Estados Unidos y América Latina, promocionando y presentando su espectáculo, algunas veces sola y otras en compañía de Diego.

En 1996 Amanda retomó con toda la fuerza su carrera discográfica, grabando en Italia Ámame una vez más, disco que muy pronto retribuyó sus esfuerzos al colocarse en los primeros lugares de popularidad y ventas en Estados Unidos y Latinoamérica, permaneciendo por varias semanas en los tops de la revista Billboard. De esta producción destacaron los éxitos Ámame una vez más, Ya lo sabía, Media hora y Duende.

Dos años después, en 1998, nuevamente viajó a Italia para grabar el disco 5 días, del cual se desprendió el éxito Así como hoy, de la inspiración de Omar Alfano, bajo la producción de Diego Verdaguer.

En 2004 Amanda lanzó un disco con canciones navideñas clásicas y dos originales. El tema Feliz Navidad a toda la Humanidad, destacó convirtiéndose desde entonces en un clásico.

El año siguiente fue especial para su larga trayectoria y junto con Diego, decidió lanzar Siempre fuimos dos, en versiones CD y DVD, consiguiendo una importante cifra de ventas en México y en la Unión Americana; en esta producción destacó, entre otras, la canción Simplemente amor.

Antes de finalizar ese año, estuvo a la venta un nuevo álbum, titulado Piedra de afilar, del que sobresalieron los temas Se paró, No me vas a olvidar y Piedra de Afilar.
                                
Como es tradición en la carrera de Amanda Miguel, durante 2006 realizó una extensa gira por diversas ciudades de Estados Unidos, además de un concierto en el Teatro Metropólitan de la ciudad de México. En ese mismo año lanzó una reedición del disco El rostro del amor, incluyendo esta vez un DVD con varios video clips y reportajes sobre la grabación del disco y material inédito de colección.
Gracias a la respuesta del público, obtuvo llenos en sus presentaciones del 8 de febrero de 2007 en el Auditorio Nacional de la ciudad de México, el 11 de febrero en el Centro de Bellas Artes de Puerto Rico y finalmente en el Circus de Hollywood.

En 2008 continuó con sus actuaciones a lo largo y ancho del país en escenarios importantes. Asimismo, participó como juez en el programa de televisión Cantando y Bailando por un sueño.

Durante la segunda mitad de noviembre de 2008, Amanda lanzó su disco Anillo de compromiso, con el cual refrendó su amor a México, producido por el Mtro. Jorge Avendaño. En 2010 publicó una reedición de este álbum, titulado Dedicado a México, disponible únicamente por vía digital, incluyendo varios bonus tracks.

Entre los temas clásicos que contiene esta realización sobresalen Esclavo y amo (de José Vaca), Cielo rojo (de los Hnos. Záizar), Anillo de compromiso (de Cuco Sánchez), Si nos dejan (de José Alfredo Jiménez), Si Dios me quita de la vida (de Luis Demetrio) y Rompecorazones (de Federico Méndez), por mencionar algunas.

Amanda Miguel continúa llevando su espectáculo a diversos escenarios de la república mexicana y el extranjero, y escribiendo canciones que formarán parte de sus futuras producciones discográficas.

En noviembre de 2011, Amanda recibió el reconocimiento Trayectoria 25 y más… que otorga la Sociedad de Autores y Compositores de México.





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